El turismo es una de las actividades que más sufrió por la pandemia. Si bien hay menos restricciones para viajar dentro del país y se permiten los viajes en colectivo y en aviones, los sanjuaninos han optado por quedarse. La actividad económica muestra dos caras en la provincia: por un lado, un boom del turismo interno y por el otro, un párate de los viajes a la Costa.
Ariel Giménez, de la Cámara de Turismo, contó que en el verano pasado, partían desde San Juan 15 colectivos cargados de visitantes a la Costa, siendo Mar del Plata el principal destino. Este año, entre seis agencias llenan a duras penas un solo colectivo. «Las agencias hacemos esfuerzos para tratar de sacar un camino semanal y a veces entre todas no llegamos. La gente decidió quedarse en la provincia», dijo. Estos datos indican que este año se han vendido un 95% menos de paquetes turísticos que en la pasada temporada de verano.
Si nadie viaja dentro del país, los agencieros que se dedican a vender paquetes al exterior están en el peor momento. Cuando pensaban que había esperanza, los vuelos a varios países de Europa se inhabilitaron por la aparición de una nueva cepa de Covid-19.
El panorama en San Juan es distinto. Las reservas están casi al tope, sobre todo en Calingasta, Iglesia, Valle Fértil y Jáchal. Pero no son los alojamientos tipo hoteles los que más reservas tienen sino las casas de fin de semana. Una de las principales diferencias con años anteriores es que la gente ahora se queda más tiempo: mientras antes reservaba por dos días en promedio ahora lo hace por 10.
Fuente: Diario de Cuyo
Fotografia: Gentileza Oesteandinoviajes (Jachal)