Qué es un swap, el instrumento que anunció Estados Unidos


El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, puso en marcha el rescate financiero del gobierno de Javier Milei al anunciar la compra de pesos en el mercado cambiario argentino y, en paralelo, un swap por US$ 20.000 millones que apunta a disipar la volatilidad reinante en la antesala de las elecciones legislativas.

“Hoy compramos directamente pesos argentinos. Además, hemos finalizado un acuerdo marco de intercambio de monedas (swap) por US$ 20.000 millones con el Banco Central de la Argentina. El Tesoro de los Estados Unidos está preparado para adoptar de inmediato todas las medidas excepcionales que sean necesarias para brindar estabilidad a los mercados”, especificó Bessent.

En qué consiste el swap que anunció Scott Bessent

Aunque en los papeles un swap se define como un acuerdo recíproco, en la práctica se trata de un préstamo temporal de divisas entre bancos centrales, que les permite sostener las operaciones comerciales bilaterales. En estos casos, el país con superávit suele ser el que aporta su propia moneda para facilitar las transacciones del socio con déficit.

En concreto, cuando Estados Unidos le otorga a la Argentina una línea de swap en dólares, le está brindando la posibilidad de seguir operando y comprando bienes estadounidenses con esa misma divisa, sin tener que recurrir a las reservas disponibles.

A la vez, funciona como un instrumento de protección frente a eventuales oscilaciones del tipo de cambio. Además de brindar alivio en momentos de tensión financiera, tiene como objetivo una señal de estabilidad y confianza respecto de la capacidad del país para sostener el pago de su deuda en moneda extranjera.

El economista y director de Epyca Consultores, Martín Kalos lo explicó en términos sencillos: “Esa es la idea teórica, eso después tiene varias derivaciones prácticas, porque obviamente ese dinero es fungible y no se usa solamente para comprarlo al otro país”.

“Una vez que el Banco Central tiene en su poder el swap lo puede usar para distintas cosas”, señaló en diálogo con PERFIL. En otras palabras, los fondos pueden servir tanto para sostener reservas internacionales como para intervenir en los mercados cambiarios o cumplir con pagos externos, dependiendo del marco acordado entre las partes.

Cómo se instrumenta un swap

La clave en este tipo de instrumentos es el diseño del convenio y las condiciones de acceso. “Siempre hay una tasa de interés por el préstamo efectivamente otorgado y hay condiciones de activación. Generalmente, uno no puede pedir si el swap es por US$ 20.000 millones”, detalló el analista económico.

Según explicó, suele haber cláusulas que limitan el uso de los fondos o lo vinculan a variables concretas: “Está atado al monto del déficit comercial, alguna prohibición, alguna contingencia, o sí efectivamente puede estar libremente disponible”.

Estos acuerdos se establecen entre bancos centrales mediante convenios formales que determinan el monto disponible, la tasa de interés, la divisa involucrada y las condiciones de activación. En esencia, el swap permite a un país acceder temporalmente a moneda extranjera sin recurrir a un préstamo tradicional del FMI o de los mercados financieros.

El monto del swap depende de lo que negocien las partes y puede variar ampliamente: no existe un techo fijo. Además, su uso se volvió una herramienta cada vez más frecuente en contextos de restricción de liquidez o de incertidumbre cambiaria, como un modo de reforzar la credibilidad y estabilidad financiera del país receptor.

MFN/LM/DCQ

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