Provincias Unidas llega al tramo final de la campaña con una misión ambiciosa: quebrar la polarización entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza, y consolidar una alternativa de poder federal con anclaje territorial en las elecciones del 26 de octubre. Se trata de una jugada arriesgada que pondrá blanco sobre negro quiénes de los seis gobernadores que componen el flamante espacio lograrán romper esa polarización en sus provincias y quiénes no. En rigor: aquellos que logren ganar o salir segundos, y aquellos que sean marginados al tercer o cuarto lugar en sus territorios.
Este resultado supondrá, además, ganadores y perdedores para empezar a encontrar liderazgos nítidos en la flamante liga de gobernadores.
El frente reúne a seis mandatarios que hoy gobiernan provincias claves del interior: Claudio Vidal (Santa Cruz), Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Gustavo Sáenz (Salta). Desde ese bloque, el espacio busca proyectarse al plano nacional con figuras propias y con un discurso que reivindica la autonomía de las provincias frente a “la lógica centralista de Buenos Aires”.
En este marco, Córdoba será una de las provincias clave a observar: allí Martín Llaryora, el gobernador peronista anti- K, lleva al excandidato a presidente, Juan Schiaretti, como cabeza de la boleta a diputados nacionales. No la tendrá fácil: La Libertad Avanza allí puede hacer una buena elección también. Por ello, si Llaryora tiene la idea de líder con el exmandatario cordobés Provincias Unidas camino al 2027 debería llevarse un triunfo contundente en su tierra.
En Santa Fe, la vicegobernadora Gisela Scaglia, del PRO, busca retener protagonismo frente al empuje libertario y la fuerza peronista.
Por su parte en Chubut se juega también el liderazgo de Nacho Torres con la boleta Despertar Chubut que anima con la diputada Ana Clara Romero (PRO) y el radical vicegobernador Gustavo Menna como cabezas de la boleta para la Cámara Baja.
Por su lado en Jujuy, Sadir intenta trasladar la base radical de Gerardo Morales; mientras que en Corrientes el gobernador Gustavo Valdés intentar hacer lo propio con su apoyo.
En territorio enemigo
Pero el escenario se presenta más difuso en otros distritos donde está el sello Provincias Unidas. En especial en el 45% del electorado: el área metropolitana. Allí, tanto en la Ciudad como en la Provincia el escenario se presenta polarizado y con una gran nacionalización donde LLA y Fuerza Patria parecen dominar el electorado.
En este caso el diputado Florencio Randazzo lidera la lista bonaerense junto a Margarita Stolbizer y Emilio Monzó, mientras Martín Lousteau como diputado y Graciela Ocaña con Martín Ocampo para senadores forman parte de la oferta para la Ciudad bajo el sello Ciudadanos Unidos. La gran pregunta para los mandatarios provinciales es si en ambos casos podrán llegar a los dos dígitos y colaborar para consolidar el espacio o si, por el contrario, terminan en un escenario poco atractivo para el futuro en ambos distritos.
En cuanto a números las mediciones más recientes reflejan el desafío del espacio. En la provincia de Buenos Aires, un sondeo de Proyección Consultores ubica a Randazzo con 4,8%. A nivel nacional, ese mismo estudio proyecta que el frente podría alcanzar el 6,5%, mientras los libertarios lideran con 36,4%. Otro relevamiento de Nueva Comunicación muestra a Fuerza Patria con 43,1%, LLA con 28,3% y Randazzo en 3,3%, con un 10,6% de indecisos.
Un escenario clave
En Córdoba, las consultoras locales (CB, Delfos) registran una intención de voto que oscila entre el 24% y el 28% para Schiaretti. En Santa Fe, GyC Comunicaciones midió un empate técnico: Fuerza Patria 26%, Provincias Unidas 25% y LLA 21%. En la Ciudad los números hablan de una cifra cercana al 40% para LLA en Senadores, y un 25% para Fuerza Patria, pero con Provincias Unidas peleando los dos dígitos con Ocaña. Todo esto se da en un marco de internas subterráneas que aún no salieron a la luz. Una de ellas es diáfana: el gobernador Valdés detesta a Lousteau. Llevan años de enfrentamientos y, si en Corrientes le va bien al mandatario y al economista no, podría haber pases de factura. Es más: Valdés ya se entusiasma con ocupar la presidencia de la UCR nacional en reemplazo de Lousteau, apoyado si los números en CABA le dan mal.
Así las cosas el bloque de gobernadores podría terminar con entre 16 y 20 diputados nacionales, una bancada clave para destrabar o trabar leyes.


