Carlos, hoy vive en Capital Federal y pasó la noche en el Estadio de River Plate, con más de cien personas sin techo.
Tras la fría noche, a través de Red Solidaria y River Solidario, la gente en situación de calle pudo comer, abrigarse y dormir “bajo un techo” para pasar la noche más fría del año.
Una de las tantas personas que estuvieron en el Monumental fue Carlos, quien se sentó en un piano abandonado que había en un sector del gran garage, en el cual suelen ingresar los micros visitantes, y deleitó por un largo rato a todos con su música.
Este hombre, oriundo de la provincia de San Juan y pianistas desde los 4 años, deslumbró a todos con sus acordes y comentó que “estuve tocando por tres horas y me lastimé las manos, pero fue un placer compartir esta noche con tantas personas que sufrieron este frío asesino, y darle calor con la música aunque sea por esta noche. El tema es el futuro inmediato porque soy pianista y necesito ayuda, porque me quedé en la calle hace 14 días, aunque ya estuve antes en esta situación. La diferencia es que hay gente que le gusta vivir en la calle pero yo la odio con el alma, creo que lo que perdí fue porque me lo gané y por eso pasar esta noche fue un sufrimiento senil”.
Con relación a su llegada al Monumental (es hincha de River Plate) y la ayuda que tuvo, Carlos agregó que “gracias Red Solidaria y River pude pasar una buena noche, apenas llegué me dieron mantas, campera y pullover para pasar la noche más fría del año bajo techo. En un momento comencé a caminar y vi un piano abandonado y lastimado de media cola grande, me senté y comencé a tocar”.
Si bien Carlos (quien para en avenida Cabildo y García del Río) toca el piano desde los 4 años, hacía cinco que no lo hacía, pero en la noche de ayer demostró que aunque pase el tiempo sin hacerlo, su calidad sigue intacta. Consultado sobre su familia, el hombre agregó que “tengo dos hijos, uno es empresario en San Juan y la otra, que hace muchos años no veo, vive en México. Tengo un hermano y vengo de una familia importante de San Juan, ya que mi padre fue cardiocirujano y mi mamá licenciada en filosofía y letras, de hecho mi familia fue fundadora de la localidad de Jáchal, pero por culpa mía terminé en la calle, tenía una pareja maravillosa, me vio en un momento flaco de mi vida y me tuve que ir del lugar donde vivía”.
Respecto a cómo se las arregla todos los días, el pianista sostuvo que “es horrible hace 14 días que estoy en la calle, no tengo fuerzas para hacer changas porque mi vida es el piano, y cada tanto me tiran una mano para salvarme. De hecho, ahora voy a dar un concierto de piano en Defensores de Belgrano, gracias a la ayuda de algunos dirigentes del club, pero necesito tener dinero para poder hacer mi vida”.
Carlos, el pianista, necesita laburo. En el video cuenta dónde ranchea por si lo quieren ayudar.
Fuente: diariolaventana.com