Nayib Bukele explotó contra un diseñador que criticó su megacárcel en un desfile de París: “Glorifican a los criminales”


Ante el desfile del diseñador Willy Chavarría, de origen mexicano y nacido en Estados Unidos, en el que hizo arrodillarse a varios hombres tatuados, vestidos con camisetas y pantalones cortos blancos en denuncia a las condiciones de los presos de El Salvador, el presidente Nayib Bukele ironizó este domingo diciendo que podría enviar a Francia a reclusos de su megacárcel. Según su Gobierno, el desfile en la Semana de la Moda de París “glorifica la criminalidad”.

En este evento, donde diseñadores, influencers y modelos se reúnen para mostrar las nuevas tendencias, llamó la atención que la vestimenta del desfile de Chavarría fuera similar a la que usan los internos del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Se trata de una prisión de máxima seguridad construida por Bukele para encarcelar a pandilleros, donde además están recluidos 252 venezolanos deportados desde Estados Unidos.

Horas más tarde, la publicación del presidente del país centroamericano fue reposteada por el multimillonario Elon Musk en la red social X. Bukele escribió: “Este es el resultado de glorificar a los criminales en París. Quien perdona al lobo sacrifica a las ovejas”, dijo y adjuntó un video de una joven que dice tener miedo de vivir en París, sin dar más detalles.

Nayib Bukele reaccionó en X al desfile de París, denunciando que “glorifica a los criminales”

En el Cecot están presos esos 252 venezolanos, acusados de integrar la banda criminal Tren de Aragua, sin pruebas presentadas. Bukele ironizó en X con un “estamos listos para enviárselos a París en cuanto recibamos luz verde del gobierno francés”, para responder un video del desfile donde se ven modelos arrodillados y con las manos atrás, sobre una alfombra roja.

A continuación, la Secretaría de Prensa de la Presidencia de El Salvador afirmó en la misma red social que el desfile “rindió homenaje a criminales recluidos en el Cecot”. También añadieron que el mensaje del presidente es una “postura firme ante el intento de glorificar la criminalidad”.

En marzo de 2022, Bukele inició una ofensiva contra las pandillas de su país bajo un régimen de excepción que permite detenciones sin orden judicial. Esta guerra contra las maras redujo a mínimos los homicidios y aumentó su popularidad, aunque es criticada por organismos de derechos humanos. Con este sistema se detuvo a unas 86.000 personas acusadas de ser pandilleros o cómplices y, según el Gobierno, unas 8.000 ya recuperaron la libertad por ser inocentes.

Así funcionó el polémico acuerdo carcelario entre Bukele y Trump

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y su par estadounidense, Donald Trump, sellaron un millonario acuerdo carcelario que generó alerta en organismos de derechos humanos y en el máximo tribunal de Estados Unidos. A pesar del fuerte hermetismo, decenas de presuntos criminales venezolanos fueron deportados a El Salvador para ser alojados en la megacárcel de Bukele, una versión local de la cárcel de Guantánamo, pero en territorio salvadoreño.

Bukele presentó el Centro de Confinamiento para el Terrorismo (CECOT) como un megaproyecto para combatir el crimen organizado. Este modelo fue elogiado por varias figuras políticas, como la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, quien visitó la prisión en 2024 durante su gestión con Javier Milei.

En una maniobra reciente, Bukele recibió a 261 deportados desde Estados Unidos, en la primera “exportación” de detenidos bajo un acuerdo secreto entre ambos gobiernos, y mostró en sus redes sociales un video con policías trasladando a hombres esposados y vestidos con ropa carcelaria hacia la prisión. Aunque el CECOT fue creado para pandilleros de la Mara Salvatrucha 13 y el Barrio 18, en este envío también llegaron presuntos miembros de la banda venezolana Tren de Aragua, acusados de terrorismo según la versión oficial estadounidense.

Negociado por el senador republicano Marco Rubio, el pacto permite que el CECOT funcione como una extensión del sistema penitenciario estadounidense. A cambio de recibir a los deportados, El Salvador recibe un pago anual de 20.000 dólares por preso, lo que representa cerca de 6 millones de dólares por el primer grupo.

MV/ML

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