Forzado por las sucesivas derrotas y en la imposibilidad de hacer pie en la agenda pública, el gobierno de Javier Milei se vio obligado a multiplicar focos de conflicto, colocar en el ring a viejos adversarios y reeditar tensiones con el objetivo de volver a apropiarse de la iniciativa política.
La única excepción ha sido el papa Francisco, con quien Milei evitó escalar las tensiones pese a las durísimas palabras vertidas por el Sumo Pontífice sobre la represión y el “gas pimienta” en las que al mismo tiempo reclamó “justicia social”.
El nuevo foco de conflicto son los gremios aeronáuticos y Pablo Biró, a quien el Gobierno quiere fuera del directorio de Aerolíneas Argentinas. Una disputa que le calza perfecto al Gobierno, sobre todo, pensando en una futura privatización de la empresa pese a las dificultades técnicas.
En Casa Rosada apostaron al desgaste de los gremios y sostienen que tienen hasta mediados de octubre para “adecuarse” a la paritaria. No se moverán ni un milímetro de la propuesta, explican.
Las usinas comunicacionales del oficialismo se empeñaron en los últimos días en destacar los “privilegios” de los pilotos de la aerolínea, incluso por “encima” de lo que el mercado aeronáutico les otorga a otros pilotos.
También iniciaron conversaciones con empresas privadas de América Latina para que se hagan cargo de la operación de Aerolíneas Argentinas, lo que es de difícil operatividad.
En ese marco y a través del ministro desregulador, Federico Sturzenegger, el Gobierno avanzó en la declaración de “esencialidad” del servicio de transporte aéreo lo que despertó el rechazo de los gremios. Toda una afrenta.
Por otra parte, Milei ya anunció que vetará la ley de financiamiento universitario, que ya fue remitida desde el Senado a la Casa Rosada. Con todo, el Ejecutivo cuenta con diez días hábiles para vetar una ley que tiene un impacto del 0,14% del PBI.
De esa manera, el Gobierno se expone a una nueva disputa con la comunidad educativa, tal como sucedió a principios de año. Fue la marcha federal del pasado 23 abril que volcó a más de un millón de personas a las calles en distintos puntos del país y encendió las alarmas en la Casa Rosada. Pese a ello, en la cúpula del poder libertario no cederán y el veto será total. No hay estudio de opinión pública que no indique que la educación superior continúa siendo bien valorada por la sociedad.
Los actores vinculados a las universidades señalan que tienen todo listo para dar una nueva demostración de fuerza en las calles, aunque aguardan a que el veto se efectivice.
Otra novedad fue que Milei y su equipo de comunicación liderado por Caputo eligieron profundizar la polarización con Cristina. Luego de los cruces en redes y la “clase de economía” que el Presidente le dedicó desde Mendoza, la difusión de un video en el que se trata al kirchnerismo como a un virus y se ve a las principales figuras del peronismo como zombies, marcó un nuevo capítulo en la pelea con la expresidenta.
Una pelea con beneficios en ambos lados de la grieta.
El Presupuesto 2025 también constituye en el corto plazo un foco de tensión. Y es que el oficialismo volverá a toparse con los pedidos de gobernadores y de legisladores que pedirán recursos a cambio de votos. Lo que Milei denominó como “la casta” y llevó a la Casa Rosada.
El dispositivo político instrumentado por el Gobierno en las últimas semanas volverá a ser sometido al estrés de ni más ni menos negociar el primer “presupuesto libertario”. Con todo, el nivel de confrontación que pretende el Gobierno es tal que hasta en la cúpula del poder libertario señalan que prefieren prorrogar el Presupuesto 2023 y manejar recursos a discrecionalidad.
La semana que culminó comenzó con una cadena nacional en la que el Presidente no hizo anuncios. Se reiteró. Chicaneó al kirchnerismo y careció de un mensaje de empatía para la sociedad, que continúa atravesando el desierto del ajuste.
Lo que quedó de la cadena nacional fue “el apagón”. Lejos de lo que habían pergeñado Milei y Caputo, no fue la novedad del “déficit cero” lo que quedó flotando en el aire, sino una ostensible baja del encendido. Aun tomando como ciertas la cifras oficiales de la medición (la TV Pública lanzó un mensaje inédito para ratificar los números) la caída respecto de la cadena nacional del 1° de marzo fue abrupta. Pasó de poco más de 50 puntos a 28 de audiencia.
También en el territorio digital hubo retrocesos. El vocero Manuel Adorni comparó la foto del asado en el quincho de Olivos, con “la foto de Olivos” que golpeó la administración de la pandemia de Alberto.
Pero más allá de las comparaciones debió explicar que no hubo falta de “empatía” a los jubilados, a quienes le vetaron un exiguo aumento en medio de la persistente suba del costo de vida. El asado de Olivos tuvo un cariz celebratorio.
Incluso la foto con Lisandro Catalán buscó aplacar los rumores de internas (foto de Karina, Francos y Santiago Caputo), lejos de lograr su efecto, permitió que al asesor estrella se le criticase look desprolijo.
En contra◆ Pablo Biró: el Gobierno quiere al gremialista de pilotos fuera del directorio de AA; además, declaró “esencial” el transporte aéreo.◆ Universidades: volverá a vetar la ley y se esperan marchas.◆ Presupuesto: el Gobierno volverá a confrontar con la “casta” en la discusión por los recursos.◆ Cristina: Milei subió al ring a CFK, atento a que está perdiendo la agenda.