Entre lágrimas y aún con temor por el ataque mafioso que sufrió en manos de tres barrabravas de Racing, el empresario bolichero Juan Manuel Salvalaggio declaró en el juicio contra los agresores en Flagrancia y reconoció que decidió contar su verdad, luego de que Tiempo de San Juan publicara el trasfondo de la embestida.
Frente a la jueza María Gema Guerrero, la víctima de la brutal paliza que tendría como autores intelectuales a otros empresarios de la noche sanjuanina no sólo reconoció a los responsables materiales y contó cómo fue el hecho, sino que además confesó que se sintió en la obligación de relatar de su versión a través de las redes sociales para eliminar cualquier tipo de especulación y apuntar contra Mariano Tomsig y Martín Quiroga Massa.
La agresión que ocurrió el 11 de abril por la noche trascendió tres días más tarde, cuando este diario sacó a la luz el violento episodio y, casi tres semanas después, el 2 de mayo, se conocieron detalles -en exclusiva- sobre el trasfondo del mismo. Hasta ese momento, los elementos del caso hacían sospechar que parecía algo más que un simple ataque en ocasión de robo y, finalmente, ello se confirmó cuando las fuentes judiciales revelaron que se investigaba un ataque por encargo.
La víctima había sido informada al respecto por los investigadores de la UFI Genérica, aunque fue recién cuando salió la nota de este diario que decidió romper el silencio. Así lo detalló en su testimonio durante del debate que se desarrolla en la justicia exprés. Frente al juicio del escrutinio público, prefirió sacar a relucir él mismo los nombres de los sospechosos detrás de la paliza que sufrió. “Lo hice para que no hablen cosas que no son”, sostuvo.
Embed – La nota de Tiempo que motivó al bolichero golpeado por barrabravas a contar su verdad
Consultado por el abogado defensor de los acusados, César Jofré, Salvalaggio indicó que en un principio creyó que se trataba de una hecho aislado, que se había dado como consecuencia del robo. Sin embargo, manifestó que cuando fue citado por la fiscalía, descubrió que había algo peor y que una mente siniestra había premeditado todo.
“Como soy una persona de bien, creí que había sido un robo, pero cuando me citaron en la UFI y me nombran apellidos y nombres, ahí es cuando me doy cuenta que personas le habían pagado a estos señores para hacerme daño”, expresó en el debate, en el que también se quebró y rompió en llanto.
Con los tres acusados, Carlos Daniel Ledesma, Mariano Ariel Rivero y Brian Emanuel Espinoza, de frente y a pocos metros de distancia, Salvalaggio aseveró que los mismos fueron autores de la golpiza como así también los responsables de haber arruinado su vida. Es que no sólo sufrió las lesiones físicas, que le valieron una operación de mandíbula, sino que también se habría visto afectado emocional y psicológicamente, puesto que tendría pesadillas con ellos. “Los tres me pegaron. Me arruinaron la vida. Sueño con ellos tres todos los días de mi vida”, admitió.
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Los supuestos autores intelectuales, en otra causa
Según la acusación de la UFI Genérica, los tres barras habrían cobrado 500 mil pesos “en mano” para ejecutar el ataque, lo que quedó expuesto en mensajes hallados en uno de sus celulares. Los fiscales Alberto Martínez y Daniela Pringles sostienen que Carlos Ledesma, Mariano Rivero y Brian Espinoza actuaron como matones a sueldo y que no vinieron por un solo encargo, sino por tres.
Las pericias revelaron que el productor artístico Mariano Tomsig, con ayuda de Martín Quiroga Massa, habría sido quien contrató a los agresores. El móvil del ataque sería una supuesta venganza por un conflicto laboral relacionado con un espectáculo en la Fiesta del Sol, lo que derivó en una segunda causa penal. A esto se suma que los mismos sujetos habrían amenazado a otro empresario nocturno, Rubiño, por una deuda que presuntamente “compraron”, lo que también está siendo investigado por la fiscalía.
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Así quedó el empresario tras la brutal golpiza
Además, los fiscales descubrieron un posible tercer encargo: el cobro de cheques a otro sanjuanino, lo que sugiere que alguien más los contrató para concretar una nueva extorsión. Los hechos expuestos dan cuenta de una presunta red de violencia por encargo con motivaciones económicas y personales, que ahora está siendo desmantelada a través de múltiples causas judiciales abiertas en San Juan.