Como consecuencia de las fuertes lluvias que afectaron la zona de Maturín, el encuentro entre la Selección Argentina y la Vinotinto por las Eliminatorias Sudamericanas fue demorado media hora por la gran cantidad de agua acumulada en el campo de juego.
Alrededor de tres horas antes del encuentro, una fuerte tormenta afectó al campo de juego, que rápidamente comenzó a acumular grandes cantidades de agua. Apenas la lluvia cortó, los trabajos de secado comenzaron, pero las imágenes evidenciaban que el trabajo sería más que arduo para dejar el campo de juego en condiciones.
Si bien las tormentas fuertes cesaron, lo cierto es que la lluvia se mantuvo de manera intermitente, algo que dificultó aún más las tareas de acondicionamiento del estadio. De todas maneras, los empleados del estadio hicieron lo posible para acelerar el drenaje.
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A pesar de los trabajos, lo cierto es que, cuando los jugadores salieron a hacer el calentamiento previo, la pelota claramente no rodaba bien sobre el césped, algo que incluso fue demostrado por Pablo Aimar, quien gesticulaba dando a entender que, así, era imposible jugar.
Ante esto -y por pedido del cuerpo técnico de la Albiceleste-, la decisión de la organización fue la de demorar, por lo menos, media hora el inicio del partido, para continuar con los trabajos de drenaje y así poder dejar el campo de juego en las mejores condiciones posibles.
