Sin embargo, el jefe comunal aseveró que en ninguna parte de su casa hay escaleras o peldaños y ello es prueba suficiente para demostrar que la denunciante mintió al respecto. Es por ello que requirió la presencia de veedores judiciales en su hogar para constatar este detalle que fue fundamental para su defensa.
La mujer ofreció otros detalles sobre la disposición de la casa y algunos ambientes de la misma en su relato. No obstante, la explicación de Espejo para ello es porque un día la mujer acudió a su domicilio e ingresó a los alrededores de la propiedad. Como gran parte de la casa cuenta con ventanales y no todos tienen cortinas, el intendente sospecha que fue sencillo de ver qué había dentro.
También el examen psicológico a la ex empleada municipal jugó un papel importante. Los profesionales señalaron que la mujer no evidencia alteraciones en su contenido de pensamiento y en su lenguaje, pero a la vez detectaron respuestas con cierto nivel de dramatismo, con intentos de manipulación y con manifestaciones de tipo “egocéntrica”, según revelaron fuentes judiciales. Le notaron también un patrón generalizado de inestabilidad en las relaciones.
Fuente Tiempo de San Juan