El presidente Javier Milei recurrió a la justicia federal y desembarcó en Comodoro Py, donde denunció penalmente a Viviana Canosa, Ari Lijalad y a Carlos Pagni por presuntas calumnias e injurias.
Las presentaciones fueron radicadas ayer en la Cámara Federal porteña por el abogado Francisco Onetto, quien asesora al jefe de Estado en materia penal y además lo asiste en el frente judicial que tiene abierto con el CEO de PERFIL, Jorge Fontevecchia, también por insultos y agravios.
Si bien Milei acusa a los tres periodistas de “calumnias – falsa imputación – injurias”, cada denuncia se hizo de manera individualizada y diferenciada. La de Viviana Canosa recayó en el juzgado federal criminal y correccional número 2 a cargo del magistrado Sebastián Ramos.
En tanto, la denuncia contra el periodista del diario La Nación Carlos Pagni recayó por sorteo en el juzgado de Daniel Rafecas, mientras que la de Ari Lijalad en el juzgado 6, que también encabeza Rafecas pero de forma interina.
Javier Milei había adelantado que se iba a presentar en la Justicia contra los periodistas durante su intervención en La misa, un programa streaming que conduce el youtuber libertario Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan.
Durante la transmisión, que se extendió por poco más de seis horas y acompañado por el vocero y candidato a legislador Manuel Adorni, Milei aludió a una lista de periodistas para meter presos, luego señaló que “son las prostitutas de los políticos”. “Si odiás al político, al periodista odialo más porque cobran por hacer lo que el político no hace”, esgrimió el mandatario.
Por otra parte, sostuvo que los profesionales del periodismo “son calumniadores e inquisidores, tenían el monopolio del micrófono y te tiraban un volquete de mierda y te la tenías que bancar, una cosa profundamente violenta. Lloran asimetría, cuando yo tuve la campaña negativa” al tiempo que arremetió con apodos contra Marcelo Bonelli, Paulino Rodríguez, María Laura Santillan, Luis Novaresio y la economista Marina Dal Poggetto, a quienes catalogó como “mandriles mentirosos” y agregó que “son una manga de pifiadores”.
La injuria/calumnia/falsa imputación es un delito de acción privada entre particulares donde no interviene el Ministerio Público Fiscal. Los pasos a seguir es que la denuncia sea ratificada y que Milei, a través de sus abogados, presente las pruebas que sustenten sus acusaciones.
A partir de allí el juez instructor evaluará si los dichos de los periodistas que cuestiona Milei se enmarcan en el ejercicio de sus funciones y la libertad de expresión o de la crítica, o si por el contrario revisten de un daño al honor y la integridad del Presidente.
Por tratarse de “acción privada entre particulares”, la participación del demandante y el demandado para los actos posteriores reviste de obligatoriedad y para arribar a un arreglo prevalece la voluntad de ambos.
De avanzar, la causa podría entrar en una fase de mediación donde Milei, Canosa, Lijalad y Pagni serían convocados (individualmente) a una audiencia para buscar una solución al conflicto antes de llegar a la instancia judicial. En principio y para llegar a la resolución en dicha instancia, los periodistas tendrían que retractarse de sus dichos, pero todo eso está sujeto a la voluntad de cada uno.
Paradójicamente en Comodoro Py tramita una causa por el mismo delito pero iniciada por el fundador de Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia, contra el presidente Javier Milei. El jefe de Estado calificó al periodista de “ensobrado” y “quebrador serial”. Fue uno de los primeros periodistas apuntados por el mandatario.
Los últimos movimientos en este expediente tuvieron que ver con la convocatoria a una audiencia de conciliación para ver si podía subsanarse el pleito entre ambos. Sin embargo, ni el Presidente ni su abogado se presentaron, y únicamente lo hizo el apoderado de Jorge Fontevecchia. Ahora, el magistrado quedó en condiciones de avanzar en el juicio por calumnias.
La demanda contra el Presidente
Desde diciembre de 2023, la relación entre el presidente Javier Milei y el periodista Jorge Fontevecchia se caracterizó por una creciente tensión. El mandatario dirigió ataques hacia el fundador de Editorial Perfil en múltiples ocasiones, calificándolo de “periodista ensobrado” y “quebrador serial”, entre otros términos despectivos. Estas declaraciones llevaron a Fontevecchia a presentar una demanda por injurias contra el Presidente.
Además, en una entrevista, Milei expresó su satisfacción ante la posibilidad de que Perfil enfrentara dificultades económicas, afirmando: “Está camino a la quiebra, qué bueno”.
La causa judicial tuvo un giro cuando el juez Sebastián Ramos sobreseyó a Milei, considerando que sus declaraciones estaban amparadas por la libertad de expresión. Sin embargo, esta decisión fue revocada por la Cámara Federal, que también apartó al juez Ramos del caso, señalando que su fallo era “nulo, por extemporáneo y por confuso y genérico”.