Institucionalidad, economía electoral y un “Milei parecido a Jesús”: las perlas que dejó la cena de ACDE


El empresariado cristiano ve un contexto económico que tiene a las instituciones amenazadas y apunta a construir liderazgos en el sector privado que vayan más allá de las metas económicas. Ese fue el espíritu general de la cena de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) de este martes en la que, en los pasillos, las elecciones de octubre marcaron un horizonte para el plan del Gobierno que, si bien admiten, deja afuera varios sectores, una parte del catolicismo igual respalda actitudes del presidente Javier Milei y las compara con el mismísimo Jesucristo.

El corazón del evento fue la charla del padre de la parroquia Santo Tomás Moro de Vicente López Adrián Santarelli, quien sintetizó la discusión sobre el rol del empresario que quiere discutir la organización, con la intención de dejar de lado la coyuntura política. Según su planteo, los referentes tienen “un gran desafío” porque cuando una persona “abre una empresa en un país concreto” no hace “una obra de caridad”.

“No me abren la importación, me abren la importación, dicen una cosa, hacen otra. Y uno dice: ‘Con mi empresa tengo que andar en medio de la tormenta’, pensando que Jesús está dormido. Pero, ahí viene la oración. Si el empresario quiere hacer bien las cosas tiene que cuidarse y cuidar la conciencia de Dios”, analizó el religioso referenciando una parábola del Evangelio. El padre reemplazó al arzobispo de Buenos Aires, José García Cuerva, quien estaba invitado originalmente, pero faltó por la muerte del cardenal Luis Pascual Dri, confesor del Papa Francisco y del propio arzobispo de Buenos Aires.

Sobre el posicionamiento de los directivos, Santarelli consideró que “no deben mostrar otra cosa distinta que la honestidad”. “A mí me gusta la imagen del ying y el yang. En el que nunca hay un bien absoluto de un lado y un mal absoluto del otro. Nunca está toda la verdad de un lado y nada del otro”, sumó.

La fortaleza institucional como pilar

Entre las mesas dispuestas en uno de los salones que tiene el Regimiento de Infantería 1 Patricios, el escenario de la fecha de las legislativas cada vez más cerca y un programa económico que, analizan referentes, tiene tintes electorales, se metió entre las charlas de cóctel. Voceros empresariales apuntaron, en diálogo con PERFIL, que la discusión está en la fortaleza de las instituciones que el Gobierno de La Libertad Avanza buscó modificar y entendieron que ese punto está por encima de las reformas integrales que propone la gestión libertaria. Por eso, el intento de la designación del juez Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema fue un daño a esa ilusión que sostiene el sector privado con gran parte del plan económico oficial.

Milei, violento como Jesús

Otro punto criticado por los directivos de compañías religiosas es la falta de consenso y las formas que aún mantiene el presidente Javier Milei. “La búsqueda de tensión constante está en todos lados”, subrayó un líder histórico del círculo católico de dirigentes. Pero hay para quienes las formas de Milei son un motor de la gestión e incluso un modus operandi que permite al presidente ejecutar sus ideas con resultados favorables. “El discurso de Jesús era parecido, tenía mucha violencia y era provocador”, justificó un hombre de negocios vinculado a la tecnología.

Según la misma voz, la competencia que facilitó el Gobierno con medidas como el RIGI o la apertura de importaciones permitió generar la incomodidad necesaria de los grandes jugadores. En el mismo salón, convivía un referente industrial de Bahía Blanca que hizo foco en el difícil momento que pasa su ciudad después de las inundaciones de marzo. El 45% de los comercios no volvió a abrir después del desastre ambiental. Las grandes empresas tuvieron espalda para continuar y sostener la crisis, pero las pymes ya están comenzando con planes de despido, según detalló ante este medio una fuente regional.

Un hilo conductor atravesó todas las charlas: el empresariado cristiano entiende que en los últimos meses el plan oficial se tornó más electoral que nunca. Que el objetivo político es la desinflación y que los reclamos de los distintos sectores deberán esperar hasta después de las urnas. Una previsión clara fue la expectativa de que, luego de los comicios, el equipo económico de Luis Caputo tome alguna decisión que corrija programa económico. Algunos deseaban que fuera por el lado de las reservas, otros por la actividad.

AM/ML

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