Analistas consultados estiman que la fuerte inercia en los precios elevará la cifra anual por encima del 55%.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el martes la variación que registró el Índice de Precios al Consumidor en el mes de febrero. Según consultoras privadas relevadas por el Banco Central, la inflación se habría ubicado en torno al 3,9%, un nivel similar al de enero pasado.
En el primer mes del año, la división Comunicación (7,5%) fue la de mayor suba, impulsada por el aumento en los Servicios de telefonía e internet; seguida por Restaurantes y hoteles (5,7%), en la que se destacó el incremento de los servicios de alojamiento por las vacaciones estivales.
En enero, la suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,9%) fue la de mayor incidencia en todas las regiones. En este ítem lo más relevante fue el incremento de Verduras, tubérculos y legumbres, en la que se destacaron el tomate, la lechuga, la papa y la cebolla, entre otras. En el primer mes de 2022 también sobresalió dentro de la división el alza de Frutas, especialmente el limón y la naranja.
En la inauguración del nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Alberto Fernández dijo que “la inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento y sin ninguna duda es también la principal preocupación y el principal desafío que tiene el Gobierno”.
El Gobierno definió que la baja de la inflación es su principal preocupación y desafío. En el acuerdo con el FMI se comprometió a afrontarla con un “enfoque integral”, para tender a una franja de entre el 38%-48% en 2022. Sin embargo, analistas consultados por Ámbito consideran que se incumplirá esta meta, aunque esto no repercutirá en los desembolsos ni en las revisiones trimestrales.
El 2021 cerró con una inflación del 50,9%, la segunda más alta desde la híper. Para comenzar con una reducción gradual año por año, el Gobierno apuesta a un paquete de medidas: bajar el déficit fiscal al 2,5% del PBI, reducir la emisión monetaria al 1% del producto, acumular reservas por u$s5.800 millones y fijar expectativas con políticas de precios y de ingresos, según se detalla en el memorando de políticas económicas y financieras.
El acuerdo prevé que el dólar acompañe a la inflación para no perder competitividad, y una suba en las tarifas para bajar los subsidios energéticos en 0,6% del PBI, el mayor recorte para bajar el déficit. Para Delphos Investment, la suba de tarifas de electricidad y gas de hasta 60% en el AMBA podría sumar 1,5 puntos a la inflación “por efectos indirectos sobre los precios de otros bienes y servicios”.
Por su parte, Claudio Caprarulo, director de Analytica, agregó que el escenario inflacionario se “recrudece” por la crisis internacional, y el alza en el precio de los commodities. “La inflación mayorista en enero fue inclusive superior a la minorista, con todos los productos agropecuarios por arriba de 7 puntos, y en febrero eso se va a volver a ver. Estados Unidos proyecta 7,9% de inflación para febrero. Argentina no va a estar aislada de eso”, anticipó el economista. En la consultora, prevén que la inflación termine 2022 en 57%.
En tanto, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Equilibra, aseguró que la política fiscal y monetaria contractiva ayudan en la baja de la inflación, pero no en el corto plazo: “La política monetaria y fiscal suele ser poco efectiva cuando la inercia es muy alta. Incluso para quienes creen que la inflación es exclusivamente un fenómeno monetario reconocen que la política monetaria opera con rezago, con un delay que puede llegar a 12 meses”.
“Va a ser difícil romper la inercia y convencer que los salarios tienen que crecer en torno a la pauta oficial, el año pasado los gremios lo aceptaron, cerraron en 35% y después quedó obsoleta, se perdió una bala de plata para coordinar expectativas”, agregó Gravina. Para Caprarulo, para anclar expectativas el plan tiene que ser “creíble”, y eso se dará a partir de que “se cumplan las revisiones”. El REM del BCRA proyecta una inflación en 2022 del 55%.