Javier Milei está encaprichado como un chico. No quiso bajarlo de la boleta libertaria a José Luis Espert, resistió hasta último minuto y ahora, cuando la decisión se tornó inevitable y ya su candidato está fuera de juego, igual lo sigue apoyando. Simplemente, no se da por vencido: tuvo que entregar a su viejo amigo, pero lo banca hasta el final. Por ejemplo, en su bizarro Movistar Arena del lunes, el Presidente recordó que fue el calvo economista el que lo metió en política, se lo agradeció de corazón e hizo que todo el estadio coreara su nombre: “Espeeert, Espeeert”. Sí, el nombre de un diputado al que acababan de expulsar por sus vínculos con un supuesto narco.
Milei también hizo algo más. Horas antes del show, retuiteó un posteo en la red social X que pedía que al economista lo pusiesen al frente del Ministerio de Seguridad que después de las elecciones dejará vacante Patricia Bullrich. La ocurrencia había sido de uno de los trolls del Gobierno, el usuario @GordoLibertario, quien decía: “Y si… Ministro de Seguridad?”. Y el Presidente compartió la extravagante idea. ¿Alguien se imagina a Espert manejando la seguridad del país tras protagonizar un escándalo narco? Era preferible, para eso, que siguiera de candidato a diputado.
Antes del desenlace, todo el entorno presidencial estaba de acuerdo en que Espert debía bajarse para evitarle aun mayores daños al Gobierno en las elecciones en la Provincia, pero Milei era quien, hasta la tarde del domingo, lo sostenía en total soledad. El Presidente y el renunciado candidato además comparten abogado, Francisco Oneto, el mismo que en paralelo defiende al supuesto narco “Fred” Machado, relacionado con Espert.
Horas antes de la renuncia, cuando ya habían concluido que era algo inevitable, el asesor Santiago Caputo le sugirió a Milei que debía aprovechar la entrevista que ese mismo domingo le daría al periodista Luis Majul para echarlo en vivo, por TV, y así dar un golpe sobre la mesa y una muestra de autoridad. Pero el Presidente, desahuciado, prefirió otra fórmula: que el propio Espert anunciara su salida “por el bien de la Argentina” y que él solamente la aceptara. Una manera de no exponer a su viejo amigo y padrino político, quien lo acogió en su espacio Avanza Libertad allá por 2021, poco antes de que se pelearan por temas de figuración y dinero. Milei, recordemos, acusó a Espert de intentar sobornarlo con 300 mil dólares para que se bajara de su candidatura en CABA, que molestaba a un aliado del economista, Horacio Rodríguez Larreta. El otro en privado explica que nunca hubo esa cantidad de plata sobre la mesa, y que la que le ofreció solo era la “mensualidad” que le pagaba a Milei para que militara en su espacio. En un caso u otro, no parece que hubiera facturas de por medio. Todo groncho.
Espert y Milei son inseparables. Uno sabe demasiado sobre el otro.
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