Matías Giménez volvió a crear, a tener ese olfato de gol y dejar atrás la tormenta de la lesión en su rodilla, que lo marginó siete meses de las canchas. Si bien tuvo minutos en el campeonato de Primera División, se destapó en la Copa Sudamericana: jugó de titular, se hizo dueño de un penal y firmó un doblete para sumar confianza. Una historia de superación, desahogo y la frase en modo feliz: “Lo necesitaba muchísimo”. Pasaron 427 días de su último grito.
Hace 14 meses el delantero sanjuanino se tuvo que retirar del campo de la Villa Domínico por una lesión que cortó su buen momento en Independiente que lo traía como titular y goleador. Post entrenamiento con el Rojo, los médicos del club confirmaron la peor noticia del ex San Martín: una rotura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. “Amo jugar al fútbol, amo hacer lo que hago. Seré un niño sin su juguete favorito un tiempo”, fue el descargo del jugador cuando se conoció que iba a estar afuera por algunos meses.
Después de operarse y de trabajar con dedicación para recuperar su lugar en el equipo de Julio Vaccari, Matías Giménez tuvo su primera aparición en Reserva: necesitaba empezar a ponerse en ritmo y jugó de arranque en el Torneo Proyección, cuando al Rojo le tocó recibir a Tigre por la fecha 14. Con esta noticia, el jugador sanjuanino tuvo el apoyo de los hinchas, que se mostraron felices en las redes: “Que bueno es Matías Giménez”, “Como lo extrañaba”, “Vuelve el narigón”, expresaron.
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Sin embargo, Giménez no se conformó, entrenó duro para volver a ser de la consideración del entrenador y Vaccari lo llevó al banco en los siguientes partidos cuando lo encontró apto para estar. Lo cierto es que para sentir confianza, Mati tenía que volver a hacer de las suyas: el toque de magia, la gambeta y ser protagonista en Independiente. Le llevó tiempo, pero lo consiguió: volvió a las canchas después de 8 meses en el duelo frente a Newell’s, por la fecha 24 de la Liga Profesional. En el duelo ingresó a los 20 minutos del segundo tiempo en lugar de Diego Tarzia. Su entrada no solo marcó un hito personal en su recuperación, sino que también fue celebrada por los hinchas, quienes esperaban ansiosos su retorno.
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Ese sin duda fue un gran paso, pero lo que vino después fue algo mucho más importante. Realizó una buena pretemporada a comienzo de año, y aunque tuvo que pelear un puesto, estuvo haciendo su ingreso desde el banco de suplentes. Por la noche del martes jugó de titular, se hizo dueño de un penal y recuperó su confianza en la Copa Sudamericana.
Matías Giménez fue la apuesta de Julio Vaccari desde el arranque frente al Boston River y no decepcionó. Pese a que el Rojo lo perdía desde el amanecer del partido (7 minutos), el delantero sanjuanino estuvo donde tenía que estar para aprovechar una equivocación del local y mandar a guardar el 1-1 apenas siete minutos después. Explosión de felicidad para él, que después de tanto volvió a poner su grito en el aire.
El partido después fue todo de Independiente y el 5-1 quedó reflejado en el marcador qué equipo fue el superior dentro del campo. El ex San Martín no se quiso guardar nada y además de colaborar con una asistencia espectacular de taco, se despachó con el cuarto gol de penal (a los 61 minutos). Dueño de la pelota y cruzada lejos del arquero.
Pasó mucho tiempo y sin duda ese pasado con lesión solo quedará en los viejos libros. La historia es otra. Matías Giménez volvió a ser protagonista y carta dorada en Independiente.
El desahogo de Matías Giménez:
“Tuve una lesión muy larga, se me hizo difícil. Estaba sin confianza, me costó agarrar continuidad, fútbol. Pensé en mí por el trabajo diario que hago, lo difícil que fue y lo que superé. Estoy muy contento. Lo necesitaba muchísimo”.
Pasaron 427 días del último gol del sanjuanino Matías Giménez:
Justamente su última vez marcando también había sido por duplicado, 427 días atrás anotó en dos oportunidades para el empate 2-2 de Independiente ante Barracas Central, el cual tuvo lugar el 5 de marzo de 2024 en el estadio de Huracán. Solo trece días más tarde se confirmó que había sufrido la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, grave lesión de la cual le costó regresar.
