A más de un mes de que hablara por primera vez del aberrante hecho que lo implica, el femicida de Angaco cambió de defensa y el juez de Garantía le extendió la prisión preventiva, a pedido de la fiscalía. Se tata de Ariel Omar Pérez, más conocido como ‘Guascazo’, quien se presentó en Tribunales con un particular pedido.
Es que el sujeto acusado de asesinar a sangre fría a Yanina Pérez solicitó no permanecer en la misma sala que el resto, por lo que el juez Sergio López Martí le permitió seguir la audiencia desde otro lugar. Si bien no está claro cuáles fueron los motivos por los que el imputado por homicidio triplemente agravado hizo tal pedido, fuentes allegadas indicaron que una fricción con sus antiguos abogados podría haber sido la razón.
Lo que suponen es que, frente a la posibilidad de encontrarse con los anteriores defensores, Fernando Bueno y Fernando Sait, quizás Pérez quiso evitar tenerlos cerca y por ello solicitó estar en otro sitio. Así fue que se mantuvo conectado vía Zoom, bajo la defensa de Sandra Leveque, de la Defensoría Oficial.
Si bien la audiencia estaba prevista como control de acusación, es decir, el paso anterior a la elevación a juicio, el cambio de último momento obligó a extender los plazos. Como se esperaba, Leveque requirió más tiempo para interiorizarse en la causa y así ejercer una correcta defensa del femicida, por lo que el magistrado dictó una prórroga de 20 días hábiles tras la designación.
Como consecuencia, el fiscal Francisco Micheltorena y su ayudante fiscal César Recio pidieron que la prisión preventiva también fuera prorrogada, por lo que Pérez continuará en el Servicio Penitenciario hasta el próximo encuentro con las autoridades, cuando finalmente se determine el cierre de la investigación.
El imputado que afronta la prisión perpetua, y que siempre ha mostrado un alto perfil mediático, no sólo haciendo gestos cuando era acusado de lo peor y revoleando micrófonos en plena audiencia, rompió el silencio y se refirió el episodio que se desencadenó el 15 de febrero de 2024, en las puertas del cementerio municipal de Angaco, cuando sorprendió a su víctima con un cuchillo y le quitó la vida.
El mismo que le propinó al menos 8 puñaladas a la víctima, que había sido su pareja y que cumplía funciones en dicho lugar, sostuvo que “nunca quiso hacerle daño” a su expareja y también le pidió disculpas a la familia de la víctima. Además, declaró: “Perdón a todos los familiares. Solamente que ella se metió con lo que yo más quiero: mis hijos. Es cierto, yo lo reconozco”.
Pérez, que ya tenía antecedentes penales por violencia de género y por lesiones en conta de otra persona, está acusado por homicidio agravado por femicidio, por el vínculo y por alevosía. Es por ello que afronta el máximo castigo previsto por el Código Penal Argentino, es decir, la prisión perpetua.