Con el inicio del cónclave a solo horas de concretarse, el Vaticano se convierte en el epicentro de la atención mundial. Este martes, los 133 cardenales electores comenzaron a instalarse en la residencia de Santa Marta y otras dependencias del Vaticano, donde permanecerán aislados hasta que se elija al nuevo Papa.
La expectativa es enorme: se trata del cónclave más numeroso y diverso de la historia de la Iglesia católica. Y no es solo la elección de un nuevo pontífice: es la definición del rumbo que tomará la Iglesia tras el pontificado de Jorge Bergoglio, un Papa que dejó una huella profunda con su enfoque reformista, pastoral y comprometido con las periferias.
Dos Iglesias, un mismo techo
Las divisiones internas en el Vaticano vuelven a ponerse en evidencia. Por un lado, los sectores reformistas buscan continuar el legado de Francisco. Por el otro, los conservadores promueven un retorno a una Iglesia más rígida y tradicional.
Los nombres que resuenan reflejan esa tensión: entre los reformistas se destacan el italiano Matteo Zuppi, cercano al Papa saliente y comprometido con el diálogo ecuménico, y el filipino Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, con amplio respaldo en Asia.
Del lado conservador, el norteamericano Raymond Leo Burke, férreo opositor a Francisco, suena como referente, junto al neerlandés Willem Eijk y el húngaro Peter Erdo.
¿Un Papa africano?
Uno de los datos más llamativos de este cónclave es la creciente fuerza de los cardenales africanos. Nombres como Fridolin Ambongo Besungu (Congo), Peter Turkson (Ghana) y Peter Ebere Okpaleke (Nigeria) aparecen entre los candidatos con posibilidades reales. De ser elegido alguno de ellos, marcaría un hito histórico: sería el primer Papa africano en la historia moderna.
La opción italiana: Parolin o Zuppi
Los italianos, que durante siglos dominaron los cónclaves, vuelven a tener fuerte presencia con 18 cardenales. El más mencionado es Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. Diplomático experimentado y figura de consenso, es visto como una opción moderada, capaz de unir a las distintas corrientes dentro del Colegio Cardenalicio.
Zuppi, por su parte, representa un continuador del camino de Francisco, pero su cercanía con el Papa saliente podría generarle resistencias en el ala conservadora.
¿Y América Latina?
Con 23 cardenales, la región tendrá presencia, pero según los vaticanistas, es poco probable que vuelva a emerger un Papa latinoamericano, y casi imposible que sea argentino. Entre los nombres mencionados están Víctor “Tucho” Fernández, actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Ángel Rossi, Vicente Bokalic Iglic y Mario Poli, aunque ninguno figura entre los candidatos con chances reales.
Diversidad sin garantías
Durante su pontificado, Francisco nombró a más de 80% de los actuales electores, incluyendo representantes de países como Mongolia, Tonga o Lesoto. Esta expansión geográfica amplió el mapa de la Iglesia, pero no implica necesariamente una continuidad ideológica: muchos de estos cardenales, especialmente en África y Asia, mantienen posturas conservadoras.
