La economía comienza a mostrar señales de recuperación, pero el mercado laboral argentino sigue enfrentando importantes desafíos estructurales.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista Nau Bernes quien comentó que, “el empresario argentino está siendo cauto”, porque si bien algunos indicadores económicos muestran una leve recuperación, los empresarios aún dudan en ampliar sus plantillas.
“La cantidad de horas trabajadas aumentó, pero no el empleo en su totalidad. Eso quiere decir que cada empleado está trabajando más horas”, detalló Bernes, apuntando a un fenómeno que refleja el temor del sector privado a asumir nuevos costos laborales en un contexto incierto.
Reforma laboral e impositiva: claves para el crecimiento
Bernes consideró urgente una doble reforma: “Gran parte del empresariado está esperando una reforma impositiva, pero también que venga aparejada con una reforma laboral”. El economista destacó que uno de los principales temores del empresario PyME es “el mercado del juicio laboral”, una problemática que desalienta la contratación de personal formal.
“El empresario quizás no quiere arriesgarse desde el potencial juicio, por más que le sea redituable sumar a una persona”, afirmó. Además, señaló que existe “mucha capacidad ociosa” y espacio para crecer en la capacidad instalada, pero sin las condiciones adecuadas, ese potencial difícilmente se traduzca en nuevos puestos.
Precarización e informalidad: un problema estructural
Otro obstáculo que mencionó Bernes es la informalidad laboral. “Se calcula que la mitad de la actividad económica argentina es informal. Es una locura”, expresó. El economista remarcó que incluso el Estado tiene un 10% de su planta precarizada.
En cuanto a la relación entre planes sociales y empleo formal, opinó: “Hay muchas personas que no están dispuestas a emplearse en blanco porque perderían esa asignación social. No es tan fácil de resolver yendo por una sola vertiente”.
Recuperación salarial: luces y sombras
Respecto a la evolución del salario, el entrevistado diferenció entre los sectores público y privado. “El salario en dólares se triplicó: pasó de 300 a 1.000 dólares aproximadamente”, dijo. Sin embargo, aclaró que el salario real aún presenta disparidades. “El sector privado recuperó el poder adquisitivo en pesos desde noviembre del 2023, pero el estatal sigue un 20% abajo”, explicó.
“Subió más el salario en pesos que la inflación. Eso indica una recuperación del salario real”, añadió.
Inflación y precios: señales mixtas
Sobre el panorama inflacionario, Bernes afirmó: “El dato de abril va a ser más bajo que el de marzo, el proceso de desinflación sigue su curso, aunque no es lineal”. Resaltó que la estabilidad del dólar fue clave para evitar remarcaciones masivas tras la salida del cepo cambiario.
“La dinámica fue que primero subieron los precios con el salto del dólar, pero después bajaron, incluso algunos empresarios entregaron notas de crédito”, relató.
El rol del Estado y la macroeconomía ordenada
Para Bernes, el empresariado empieza a encontrar condiciones más estables para planificar. “Hoy estamos más atados al precio internacional del petróleo, lo cual es una buena noticia”, aseguró, aunque advirtió que la baja en el precio de los combustibles “no es mérito del gobierno”, sino de la caída del precio internacional del crudo.
“El equipo económico es muy sofisticado, aplica bien la teoría económica. La macroeconomía está ordenada y eso permite al empresario proyectar, cubrirse con futuros de dólar, invertir en títulos CER”, evaluó. A pesar de estas mejoras, remarcó: “Seguimos en Argentina, riesgo altísimo”.
