Solidaridad Montada a Caballo.
Cuenta la mitología griega que las amazonas eran gente de un antiguo pueblo conformado y gobernado íntegramente por mujeres guerreras.
Sus ocupaciones eran la caza y la guerra; sus armas, el arco, la lanza, el hacha, un escudo partido con la forma aproximada de una medialuna, un casco. También se las representa con un vestido fino, sujeto por arriba para mayor rapidez; y en algunos casos con pantalones ajustados y un sombrero alto. Solían montar a caballo.
Tanto la representación de su vestimenta como sus asentamientos fueron variando a lo largo de la historia, trasladándose a diferentes lugares, incluso a la América colonial.
Partiendo de algunas de estas características y simbologías nace en el Departamento la Agrupación Gaucha “Las Amazonas de mi Jáchal”, reconocida por la Regional Gaucha.
Por aquellos días, cuando se pergeñaba la formación, se les indicó a todas las agrupaciones que deberían encarar diferentes actividades en la comunidad. Sin pensarlo demasiado, apuntaron a la solidaridad como estandarte, para rescatar valores y afianzar la unión del agrupamiento.
Comandadas por la actual Paisana de la Tradición Barbarita Páez, un grupo de casi veinte mujeres iniciaron un sueño, que se hizo eco en muchos corazones y superó sus expectativas.
El nombre las define como mujeres guerreras, luchadoras de la vida con corazón noble. Características que definen a la mujer jachallera.
Juntas iniciaron el programa “Mochila Viajera”, durante treinta días aproximadamente se dedicaron a la búsqueda de útiles escolares de primera necesidad, con el objeto de ayudar a tres escuelas de la zona rural del departamento. Programando como cierre un evento solidario en el Vivero Municipal, que contó con la colaboración de empresas locales, grupos musicales, comercios, academias de danzas y figuras públicas, con especial apoyo por parte de la ciudadanía. Los elementos recaudados en ese evento permitieron ampliar los horizontes y sumar tres escuelas más a la movida solidaria.
Con los kit escolares armados y divididos por niveles partieron hacia las escuelas ubicadas en los distritos de: El Fical, El Volcán, El Médano, Bella Vista, La Frontera y Calle Varas.
Coordinando con los directivos de cada escuela, la jornada escolar, giró en torno a la solidaridad, el respeto, la igualdad y la equidad.
Los niños esperaban ansiosos la llegada de Las Amazonas, recibiéndolas con regalos, juegos y canciones. En cada establecimiento escolar fue una fiesta.
Adjunto a los regalos materiales iba un regalo intangible, un mensaje de amor, la siembra de la idea solidaria, de revalorización de la cultura y las tradiciones.
A Barbarita Páez, la paisana de tono firme, se le quiebra la voz ante la última pregunta. ¿Qué aprendieron? “Aprendimos a conocernos, conocerme, advertir sobre las potencialidades y el amor incondicional de los niños. Compartir y distribuir tareas, y por sobre todo sumar más chicas, más amigas con las mismas ideas”.
Esas mujeres, sin lugar a dudas, marcan una diferencia, sumándose a muchas otras ciudadanas que conocemos y otras que aportaron mucho y que nunca se supo de su labor. Estas mujeres han comenzado una conquista y en el camino irán sumando cada vez más adeptas con ganas de soñar, de cambiar realidades, de luchar por la igualdad y la equidad. Esas mujeres son las Amazonas de Mi Jáchal.
Cristian “Pin” Esquivel
Redacción Jáchal Digital
