Héctor Romero, el camionero que llevó a María Cash en julio de 2011 y quien fue la última persona en verla con vida en la provincia de Salta, es indagado este miércoles por la Justicia de esa provincia. Fue detenido el martes e imputado por su presunta participación en la desaparición de la joven hace más de una década.
Romero, quien inicialmente había sido testigo, enfrenta ahora un nuevo escrutinio luego de una nueva revisión por parte de la Justicia sobre la prueba hallada en el caso. En este proceso, saltaron una serie de contradicciones, cambios y detalles que apuntan el foco contra él.
Según la investigación, el camionero habría levantado a Cash en la rotonda de Torzalito, en General Güemes, y la habría trasladado hasta la Difunta Correa, en el paraje Palomitas, en la provincia de Salta. Sin embargo, las contradicciones en sus declaraciones sembraron dudas desde el inicio, y nuevos testimonios reforzaron las sospechas en su contra.
De acuerdo a la información judicial citada por el diario El Tribuno, hay al menos unos 20 puntos que complicaron la situación de Romero. Uno de los principales elementos es el análisis de la ubicación de su celular, realizado por los investigadores. Es que las coordenadas y los horarios registrados por los peritos no coinciden con los tiempos de viaje que Romero declaró ante la justicia, especialmente en el tramo entre General Güemes y Joaquín V. González.
Romero además dijo que Cash bajó en la Difunta Correa y describió una maniobra que, contrastada con peritajes y pruebas de velocidad ordenadas por la justicia, son imposibles en los tiempos que alega el camionero.
Además se contraponen las declaraciones de un gomero cercano que jura no haber visto a la joven en ese tiempo. Al igual que los cambios en las declaraciones de Romero a lo largo de los años. Si bien en un un primer momento dijo que María había estado tranquila durante el viaje, luego mencionó que parecía desorientada y nerviosa.
La semana pasada había sido imputado por falso testimonio el abogado Carlos Enzo Cuéllar, quien estuvo involucrado en la causa. Le señalan inconsistencias en su declaración brindada hace 13 años cuando su versión había coincidido con la de Romero al señalar que vio a la diseñadora en la gruta Difunta Correa, en General Güemes, cerca de las 17 horas del 8 de julio de 2011. Análisis técnicos realizados recientemente revelaron que las antenas de telefonía celular no ubicaban a Cuéllar en el sitio y hora en los que dijo haber visto a Cash.
En esa misma línea, la nueva línea de la investigación señala como falsos testimonios las declaraciones de Miguel Segura (empleador de Romero) y Gustavo Lemos (encargado de un supermercado en Joaquín V. González), las cuales presentaron inconsistencias que encubrían detalles relevantes.
Un giro inesperado ocurrió días atrás cuando David Romero, hermano del ahora detenido, realizó una declaración que llamó la atención de los investigadores: “Si se mandó una macana, que se haga cargo”, dijo durante su declaración ante la Justicia.
La diseñadora de ropa desapareció el 8 de julio de 2011, cuando tenía 29 años. Fue filmada por última vez mediante una de las cámaras del peaje Aunor, de la ruta nacional 34, en Salta, mientras hacía dedo para dirigirse a Jujuy.
La causa judicial por la desaparición de la joven es llevada adelante por el Juzgado Federal número 2 de la provincia de Salta, a cargo de Miguel Antonio Medina.
FUENTE: Clarín