Del dicho al hecho hay un largo trecho. Este refrán disparó la idea de experimentar en primera persona si el trámite de la Revisión Técnica Obligatoria (RTO), tal como aseguran los responsables de los talleres habilitados en San Juan, está tan sistematizado que se resuelve en media hora siempre que se haya tenido el acierto de sacar turno previo.
Precisamente esta prueba empírica se inició con la solicitud de turno en la página de la RTO San Juan, a la cual se accede con total normalidad y en la que está especificado hasta el importe que se tendrá que pagar (en este caso $30.000 pesos) en función del vehículo. Además, se aclara que se debe presentar la tarjeta verde del titular del rodado y al carnet de conducir –en el caso de que el trámite lo realice otra persona que no sea el propietario tendrá que añadir la tarjeta azul-.
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Se debe poner la matrícula y llenar una serie de casillas con datos personales. La franja de horarios va de 8.00 a 15.00. Hay que resaltar que también se puede ir a realizar el trámite sin turno previo, pero la prioridad la tendrán quienes sí lo obtuvieron y después se atenderá en función del orden de llegada al taller donde se realiza la RTO.
El trámite por la seguridad de todos
La puntualidad de la apertura fue londinense en este centro habilitado que está ubicado en calle Entre Ríos, entre Aguilar y Esquiú. A las 8.00 empezaron a ingresar los del primer turno y dentro de las instalaciones el trámite arranca con la presentación de la documentación. A través de ventanillas, como en el banco, se va llamando para brindar el carnet de conducir, la tarjeta verde y abonar el importe correspondiente en función del vehículo –se puede pagar en efectivo o por lectura de código QR a través de billeteras virtuales-. No más de 5 minutos después se convoca al conductor, se le devuelva la documentación y se lo invita a pasar por alguna de las líneas donde se realizar la verificación.
También se puede ir a realizar el trámite sin turno previo, pero la prioridad la tendrán quienes sí lo obtuvieron y después se atenderá en función del orden de llegada al taller donde se realiza la RTO.
En este caso fue la Línea 2. Un operario pide que se avance con velocidad mínima y se ubica el auto en un lugar específico en el que se controlarán en funcionamiento de las luces baja, alta, freno y los guiñes. Posteriormente, mientras se es dirigido a través de parlantes con indicaciones claras, llega el momento de controlar el estado de los frenos que se activan desde el pedal como así también el freno de mano. Y al mismo tiempo se observa el estado de los neumáticos.
El último paso es comprobar la fortaleza del chasis y la parte baja del vehículo. Para ello se pasa por sobre un foso en el que el auto se somete a una serie de movimientos oscilantes mientras se es revisado desde abajo.
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Ya está. Si todo está como debe, solo falta esperar en un estacionamiento previo a la salida que alguno de los empleados –muy amables, por cierto- se acerque para pegar en el parabrisas –del lado del acompañante- la oblea que certifica que se ha superado la RTO y que también establece el tiempo de vigencia de la misma.
Treinta y un minutos exactamente pasaron desde que se ingresó al taller por calle Entre Ríos y se salió por calle Mendoza. Trámite hecho. Un pequeño granito de arena para cuidarse uno, a los propios y contribuir a la seguridad vial de San Juan. Consejo final: hacer el trámite con tiempo y no esperar al día previo a tener que viajar porque la demanda aumenta considerablemente en diciembre y enero.